miércoles, 18 de enero de 2012

Me había caído la ficha. Más que como una ficha, cayó con la fuerza de una lápida en el cuello. ¿Cómo pude estar tan ciega? ¿Cómo pude ser tan loca, tan tonta? Intentando suicidarme por el amor de alguien que no existía. Todo este tiempo engañada, tan loca, tan triste y tan sola, sin saber que estuvo ahí todo el tiempo. Que a Salvador lo veía siempre, casi todos los días. Que no había Rosario ni Picasso que pudieran sacarlo del camino porque nunca iban a ser dignos rivales de él, que estaba ahí todo el tiempo, controlándolo todo.
¡Eras vos! ¡Todo el tiempo eras vos! ¡¿Cómo me hiciste esto?! ¡¡¡Estás loca!!! ¡Santina, estás loca!
¡Meses y meses mintiéndome! ¡Santina, estás loca, la puta madre que me parió! ¡Estás LOCA!

Santina lloraba y decía bajito algo que parecía "perdóname" y "te amo". Después de gritar y romper cosas me tiré a llorar en el piso, hecha un ovillo. Nada podía sacarme de esa miseria. 
Nada podía sacarme ese dolor.


Fragmento del libro "Chubasco", de Cielo Latini.

No hay comentarios:

Publicar un comentario